Inexpresable y sin nombre es aquello que constituye el tormento y la dulzura de mi alma, y que es incluso el hambre de mis entrañas. Nietzsche

martes, 13 de enero de 2009

Copitos... caen tan perezosamente que me recuerdan a mi. Entre que son blanditos, frios y que putean tan subrepticiamente que la gente se emboba en vez de maldecir en arameo se han vuelto mis idolos. Además, las nevadas son puntos de inflexión en la vida de mucha gente. Y claro está, en la mia siempre pasa algo. Y cuando se repiten sirven para acordarte de la primera que marcó época en tu vida y a raiz de esa reflexionas...
En una nevada puede acabar algo, estropearse todo, y empezar a ser quien no quieres... eso sí, piensas que eres una estrella polar recién caida de los cielos, rodeada de una manta blanca. Este escenario holliwodiano le da purpurina a algo que en su momento debió pasar como algo más pero que ahora, otra nevada te hace ver que vaya Jodida Equivocación.
Las JE son unidades mas pequeñitas que conforman los tales puntos de inflexión de dichas Nevadas. Que cuajan en el alma con estructuras cristalinas conformando lo que eres. Lo bueno es que la vida son Jodidas Equivocaciones unas atras de las otras, por lo menos la mia. Y sea la época que sea, por entre mis recuerdos, hay remontes para esquiar.
La nieve, cada vez que la veo desde mi misma ventana me hace más sabia, más fría y más blandita que me dan ganas de juntarme a su causa y hacer que la gente llegue tarde a sus trabajos y este país se pare mientras los niños se descalabran a bolazos.

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