Mi ventana al mundo

Mexico se ve desde el ventanuco de mi cuarto, veo su cielo gris, oigo el trafico intenso y el dia a dia de un barrio de bien. Mi soledad sale a borbotones por entre las rendijas de la puerta y se cuelga en las lamparas del salon a modo de changuitos estridentes con ganas de jaleo. Yo les saludo, les intento domesticar: sit, plas, la patita... pero eso me da que solo funciona con Lima la perrita blanca. No quiero divagar sobre las equivocaciones, no quiero ser una princesa o un alma erratica. Solo quiero que me quieran mucho, solo quiero ser un genio mas en una buhardilla pensando qué ponerse para ir al trabajo, y antes de hacerlo arropa a su chico que todavia puede dormir un poquito mas.
Hay tanto color en este pais...hay tantas contradicciones que hasta duele. Pero lo curioso es la naturalidad con que suceden aunque luego tu propia contradicción la encaran como una ofensa, debe ser porque es una contradiccion gachupina y foránea, no lo comprendo.
El titulo del blog se mantiene, sigo sin nada que hacer aunque con 3 años mas. Sigo a la deriva pero ahora sin timon. Solo tengo mis palabras que pugnan por salir despues de tanto invernar. Salen entumecidas, desorientadas y con miedo a aperecer en publico con el traje arrugado. Pero ahi estan: Bienvenidas...no sabeis cuanto os necesito aqui conmigo. Y ahora que? Soledad, apatia, tristeza...vaya panorama, esta soy yo? No pues. Tendremos que tomar cartas en el asunto, empezando por aqui. CONSTANCIA VEN A MI y me hare un tatuaje con tu nombre entre el cubito y el radio, lineal como tu.
Solo me falta hablar de esos amigos que me quieren y que tanto he ignorado. Si ahora escribo es gracias a ellos, sino estaria friendo mi corazoncito con tanta conmiseración que moriria de pena. Pero asi son las cosas. Gracias mis amores, los unicos y verdaderos.
Y aqui surgio la calma, en una preciosa casa de Oaxaca con vistas al mar, o a lo mejor en casa de alguien recien conocido que tras el mosquitero del alcohol se volvio a oir mas calma...o puede que tras escuchar entelequias de un hippie de pueblo disfrazado de principe azul. No hay nada mas lamentable que abandonar lo bueno por un pedazo de espuma.
Con todo mi desamor...