Cafe y Moleskine: Mi primer dibujo

El día que empezó todo

Aquí, desde el último rincón del paraiso, el hecho de apretar la tecla intro supone un amplio espectro de inimaginables palabras que tiemblan en mis dedos, como musica constipada.

Así quiero imaginar este día como el inicio de algo bueno, bueno. Como un vino que ha madurado en años de desasosiego y habitaciones oscuras. Como un sinfin de incoherencias que al final resultan bonitas en el escote de una madurita con las uñas pintadas a lo lolita. Así soy yo. Y así empieza hoy por siempre jamás. Amén.